Hoy 13 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Usabilidad (World Usability Day), un acontecimiento que viene celebrándose ininterrumpidamente cada noviembre desde 2005 aunque, intuyo, que el término usabilidad todavía es un gran desconocido para el público en general.
En el campo de la tecnología, Usabilidad hace referencia a cuan fácil (o difícil) es el uso de un determinado sistema interactivo, ya sea un programa de ordenador, una app de un móvil o el cuadro de mando del coche o, incluso, de la lavadora de la ropa. Estamos hablando de la calidad de uso que un sistema interactivo proporciona a sus usuarios. Así pues, aprovecharé la oportunidad del día de hoy y este atributo de los sistemas interactivos para reflexionar y explicar su sentido y el vínculo que tiene con la ciudad de Lleida.
Hoy en día difícilmente encontraremos alguien que diariamente no utilice un buen número de sistemas interactivos (móviles, ordenadores, consolas de juegos, televisores, el lavavajillas, el programador de la calefacción o del aire acondicionado, etc.) y seguramente a menudo nos hemos preguntado “¿por qué alguna u otra cosa es tan complicada de utilizar?”, ¿no?. Incluso, me atrevería a apuntar que frecuentemente hemos caído en la trampa de pensar que el problema éramos nosotros, que no teníamos bastantes conocimientos y a menudo nos hemos autoinculpado, cuando, por el contrario, muy probablemente es el programador y/o el diseñador quien no ha hecho bien su trabajo, quien no ha sabido explicarse en términos entendibles para las características de aquellos a quienes va dirigido el sistema, los usuarios (y no estoy hablando de redactar infumables manuales de instrucciones que nadie tiene ganas de leer).
La preocupación por la calidad de las interfaces de los sistemas que habitualmente utilizamos, aunque no lo parezca, viene de lejos. Ya a principios de los años 70, cuando la informática tal y como actualmente la entendemos estaba en la prehistoria, personas de disciplinas tanto diversas como la informática, la psicología cognitiva, el diseño gráfico o la ergonomía se dieron cuenta que la parte más importante de la tecnología son las personas que la utilizan, de lo contrario, la tecnología, por sí misma no tiene sentido. Así pues, nace la disciplina de la Interacción Persona-Ordenador (IPO, también conocida como HCI como acrónimo del término anglosajón Human-Computer Interaction), disciplina que, más allá de la parte tecnológica, se preocupa y estudia la relación entre los humanos y los ordenadores; escuchamos por primera vez términos como usabilidad, accesibilidad (para hacer posible el uso de la tecnología a las personas con discapacitados) o factores humanos ligados al campo de la tecnología. Investigadores y profesionales de todas partes analizan todos los aspectos, humanos y técnicos, que intervienen durante el proceso comunicativo entre las personas y los aparatos que nos rodean, y Lleida tiene un papel destacable a nivel nacional.
En la Universitat de Lleida, el profesor de informática Jesús Lorés, impulsor y primer director de la actual Escola Politècnica Superior, era un enamorado de la IPO. Totalmente convencido de la necesidad de acercar la informática a todas las personas y, a pesar de que muchos dudaban de la relevancia de esta óptica de la informática –¡¡ algunos todavía dudan hoy !!–, fue uno de los pioneros en el estado español al preocuparse por las necesidades y las características de los usuarios de la tecnología. Para impulsarla, creó a nivel local el Grupo de Investigación en Interacción Persona Ordenador e Integración de datos (GRIHO) y, a nivel estatal, fue miembro fundador de la Asociación Interacción Persona-Ordenador (AIPO), entidades que dirigió hasta que hace ocho años desgraciadamente nos dejó. En este contexto,
los estudios de informática de la UdL fueron los primeros de todo el estado en tener una asignatura obligatoria de HCI,
materia actualmente obligatoria, según regulación oficial, a todos los Grados en Ingeniería Informática del estado.
Más tarde, como consecuencia de la consolidación de la temática tanto a nivel docente como nivel de investigación, en 2007, la UdL inicia el Máster en Interacción Persona-Ordenador, único en todo el estado con la condición de homologado al sistema universitario del Espacio Europeo de Educación Superior creado a partir de la Declaración de Bolonia. Desgraciadamente y como consecuencia de la situación socioeconómica, actualmente este máster está en situación de desactivado.
Continuando con la usabilidad, debido de al gran impacto de las TICs en el día a día actual, el término ha quedado insuficiente y últimamente se habla más de experiencia de usuario (UX, de User eXperience), pues a la hora de diseñar o valorar la calidad de un aplicativo tecnológico, ya no cuenta sólo la calidad de uso sino que, además, se tienen presentes aspectos como, por ejemplo, el componente emocional que experimenta una persona mientras que dura la interacción. Por ello es fácil encontrar por la red mucha información al respeto la UX así como muchos profesionales del mundo web, y TIC en general, que incluyen el “diseño de UX” entre sus capacidades, habilidades y/ o servicios empresariales. También son cuantiosas las ofertas de trabajo que incluyen esta competencia entre el perfil profesional del personal requerido. El grado de ocupabilidad en este sector es tan importante que incluso encontramos portales web de ofertas de trabajo específicos de este sector (uxplora.com, con un tagline sin lugar a dudas: “Encuentra tu trabajo en usabilidad, experiencia de usuario, arquitectura de la información, diseño de interacción, diseño de interfaces y relacionados.”, es uno de los más destacados). Se evidencia pues que, aquello que los más “frikis” de la tecnología obviaban (poner la persona por encima de la tecnología), es sin ninguna duda un factor diferencial de calidad que hay que tener muy presente. Afortunadamente, la UdL es un contrastado referente; de lo contrario nuestros estudiantes no habrían tenido la suerte de recibir clases directamente de emprendedores del ecosistema UX con sede en el mismo Silicon Valley (EEUU) o del diseñador principal de las interfaces de los aviones Airbus con sede en Toulouse, entre otros.
Para finalizar, como dice el lema del Día Mundial de la Usabilidad, el objetivo de todas las personas e instituciones relacionadas con la tecnología que nos rodea no es otro que asegurar que los productos y servicios que diariamente utilizamos sean de fácil acceso y simples de utilizar. Y en la UdL y, en el grupo GRIHO en particular, continuaremos trabajando para intentar hacer un mundo tecnológicamente más usable y con mejores experiencias para sus usuarios.
También puedes leer la versión original en catalán en la web de la EPS.